Tuesday, January 22, 2008

5 Poderosas razones para leer la Biblia

5 Poderosas razones para leer la Biblia
Por Edgar Medina D.

Introducción

La Biblia es un libro sumamente peculiar, con ningún otro se pudiese comparar. Tan amado como odiado, pues aún cuando edifica la fe y vida de millones de personas, existen lugares en el mundo, hoy en día, en el que se prohíbe su lectura. Quien tiene una Biblia en sus manos tiene un tesoro invaluable, por el cual millones han muerto, millones ha vivido y millones más han encontrado el Camino de la Vida y la razón de la existencia. Acompáñeme en el siguiente análisis de las razones por las que usted y yo deberíamos considerar la lectura de la Biblia como una práctica cotidiana en nuestra vida.

1. Por su sencillez
La primera razón, es que la Biblia contrario a lo que muchos han sugerido es un libro sencillo y fácil de comprender. San Pablo le recuerda a su amigo Timoteo: «desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras[1]». Los antiguos hebreos se familiarizaban con los escritos sagrados desde su infancia, lejos de tener que estudiar por muchos años para entonces poder comprender las enseñanzas de la Biblia aprendían a leer y escribir usando los textos santos. En la Biblia encontramos una gran cantidad de invitaciones para que tanto niños como gente con poca preparación académica se acerquen sin miedo a sus páginas.

«La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo.[2]»

Muchas personas hacen serias advertencias contra la promoción de la lectura Bíblica, acusando al Santo Libro de innumerables errores, contradicciones, manipulaciones e incluso perjuicios en contra de la salud mental en quienes lo leen. Sin embargo, no es difícil descubrir que la inmensa mayoría de quienes emiten tales acusaciones jamás han leído la Biblia, y sus señalamientos parten de prejuicios infundados. Por el contrario, grandes celebridades a lo largo y ancho del mundo hicieron de la Biblia el libro de su vida.[3] Abraham Lincoln quien fuera presidente de los Estados Unidos expresó lo siguiente: «Estoy ventajosamente ocupado en la lectura de la Biblia. Del contenido total de éste libro razona lo que puedas y el resto acéptalo por fe, y vivirás y morirás siendo un hombre mejor.»[4]

2. Porque genera vida.
La segunda poderosa razón por la que deberíamos leer la Biblia, es que toda ella es una carta de amor que el Creador nos ha querido hacer llegar. A través de sus páginas nos será fácil descubrir el propósito de nuestra vida y la manera en que podemos darle cumplimiento. Su tema central no es ni la religión, ni el pecado o la condenación, sino el amor apasionado de Dios por su creación, incluyéndole a usted, así como su incomparable oferta de vida real, abundante y eterna. La Biblia nos muestra que la salvación eterna consiste en vivir la eternidad en la presencia y el amor del Creador. La Biblia también aclara que la verdadera diferencia no radica entre el bien y el mal, sino entre la vida y la muerte. La Biblia a diferencia de cualquier otro libro es capaz de generar vida, Jesús declaró: «El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.»[5]

3. Porque genera fe.
Los tres tipos de fe»
La fe natural

Existen tres tipos de fe, la primera de ellas es la fe natural. Nadie puede vivir sin este tipo de fe, usted se levanta por la mañana y se mete a bañar porque tiene fe que llegará hasta su trabajo o escuela. Imagine que a punto de entrar a la ducha usted dijera: «¿qué tal si me accidento?, ¡ni para que me baño!», sería absurdo, usted se sube al transporte porque tiene fe en que lo llevará al lugar al que necesita llegar, usted se compra una casa porque tiene fe en vivir lo suficiente como para disfrutarla, usted va a la escuela porque cree que vivirá lo suficiente como para necesitar un trabajo, etc., esa es una fe natural, sin la que nadie pudiera vivir, y que cuando se llega a ver dañada, conduce a pensamientos como el suicidio, entre otros. Este tipo de fe no es el que genera la Biblia.

La fe por la fe
Por otro lado la fe en «algo», la cual llamo «la fe por la fe», nos puede ayudar a pasar por algún trance difícil o alcanzar alguna meta, pero, nunca nos hará conocer la verdadera razón y propósito por el que Dios nos permitió vivir. La ciencia ha descubierto el poder que hay detrás de creer en «algo» y le ha llamado «efecto placebo», el diccionario de la Real Academia Española lo define de la siguiente manera: «Sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto curativo en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción.[6]» La «fe en lo que tu quieras» parece ser la bandera que muchos defienden hoy. «Lo importante es -señalan- creer en algo», y la realidad es que esta fe aunque pudiera ser útil no logrará llevarnos más allá del nivel de lo alcanzable.

La fe por la PalabraEl tercer tipo de fe es la «fe bíblica», ésta se caracteriza porque su fuente no es el hombre como en los dos tipos anteriores de fe, sino, Dios mismo. La Biblia lo dice así «Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.»[7] Nadie puede actuar por fe si no recibe antes una instrucción por parte de Dios, a través de las Sagradas Escrituras.

4. Por su origen
Encontramos alrededor de dos mil aseveraciones por toda la Biblia que nos indican que se trata de la palabra de Dios revelada a los hombres. Quienes la redactaron probaron con su vida que ésta no procedía de origen humano sino divino, ya que los antiguos hebreos certificaban el cumplimiento cabal de cada profecía. Cualquier discrepancia con la realidad le costaba la vida al profeta.[8] San Pablo aclaraba: «Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.»[9]

5. Por su utilidad
El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: «Recuerda que desde niño has leído la Biblia, y sus enseñanzas pueden hacerte sabio, para que aprendas a confiar más en Jesucristo y así seas salvo[10]. Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien.»

Útil para enseñarnos el camino de la vida
«Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata. Con tus manos me creaste, me diste forma. Dame entendimiento para aprender tus mandamientos. Los que te honran se regocijan al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra.» Salmos 119:72-74

Útil para ayudarnos
«No temas, porque yo estoy contigo;
no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.» Isaías 41:10

Útil para corregirnos
«Yo corregiré su rebeldía y los amaré de pura gracia…» Oseas 14:4

Útil para mostrarnos cómo se debe vivir
«En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del
que obedece su palabra.
De este modo sabemos que estamos
unidos a él:
el que afirma que permanece en él,
debe vivir como él vivió.» 1 Juan 2:5-6

Le invito a que aproveche las ventajas que ofrece el hacer de la Biblia el libro de libros en nuestra vida.

NOTAS
[1] 1 Timoteo 3:16 Reina Valera Revisión 1960. Sociedades Bíblicas Unidas [S.B.U.].
[2] Salmos 119:130 Nueva Versión Internacional. Editorial Vida.
[3] Personalidades como Jesús de Nazareth, Agustín de Hipona, Abraham Lincoln, Martin Luther King Jr., etc.
[4] Citado en la introducción a la Biblia juvenil. Editorial Caribe Betania. Pág. 5
[5] Juan 6:63 Reina Valera Revisión 1960. S.B.U.
[6] Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española, 1992. Editorial Edpasa.
[7] Romanos 10:17 Traducción Lenguaje Actual. S.B.U.
[8] Ver Deuteronomio 18:20
[9] Gálatas 4:11-12 Nueva Versión Internacional. Editorial Vida.
[10] 2 Timoteo 3:15-17 Traducción Lenguaje Actual. S.B.U.

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