Por Edgar Medina D.
«Luego le impuso las manos y le entregó el cargo, tal como el Señor lo había mandado.»
Números 27:23 NVI
La tecnología ha avanzado enormemente en los últimos años, muchas de las cosas que hoy consumimos ya no se fabrican como en el pasado. Procesos de elaboración que tomaban semanas enteras y una buena cantidad de obreros, hoy son efectuados en cosa de minutos, por menos personas e incluso sin ellas.
Sin embargo, las nuevas generaciones de líderes se siguen «fabricando» de la misma manera desde hace siglos. Los líderes del mañana —al igual que los del ayer—, requieren ser mentoreados por otros líderes, tanto reales como maduros, que impacten positivamente sus vidas; que los posicionen y reconozcan. Requieren, los discípulos de hoy, lo mismo que los discípulos que Jesús entrenó, la cercanía de su mentor, del cual reciban: ejemplo, impulso, adopción e inspiración.
Los futuros líderes de hoy suplican —aunque muy pocas veces con sus palabras—, tiempo. Justo el que se requiere para ser capacitados y recibir la estafeta de nuevos desafíos; la paciencia de aguardar que cada ladrillo sea ubicado en su lugar hasta culminar el gran palacio que construimos juntos. Sí, tiempo; el tiempo que demanda: un consejo, una exhortación y de cuando en cuando una mano que restaure un corazón herido.
REFLEXIÓN: Muchas cosas han cambiado, pero, los líderes se siguen fabricando a la antigüita.
Números 27:23 NVI
La tecnología ha avanzado enormemente en los últimos años, muchas de las cosas que hoy consumimos ya no se fabrican como en el pasado. Procesos de elaboración que tomaban semanas enteras y una buena cantidad de obreros, hoy son efectuados en cosa de minutos, por menos personas e incluso sin ellas.
Sin embargo, las nuevas generaciones de líderes se siguen «fabricando» de la misma manera desde hace siglos. Los líderes del mañana —al igual que los del ayer—, requieren ser mentoreados por otros líderes, tanto reales como maduros, que impacten positivamente sus vidas; que los posicionen y reconozcan. Requieren, los discípulos de hoy, lo mismo que los discípulos que Jesús entrenó, la cercanía de su mentor, del cual reciban: ejemplo, impulso, adopción e inspiración.
Los futuros líderes de hoy suplican —aunque muy pocas veces con sus palabras—, tiempo. Justo el que se requiere para ser capacitados y recibir la estafeta de nuevos desafíos; la paciencia de aguardar que cada ladrillo sea ubicado en su lugar hasta culminar el gran palacio que construimos juntos. Sí, tiempo; el tiempo que demanda: un consejo, una exhortación y de cuando en cuando una mano que restaure un corazón herido.
REFLEXIÓN: Muchas cosas han cambiado, pero, los líderes se siguen fabricando a la antigüita.
Mensaje basado en la predicación: La fábrica de líderes.
Lee y escucha el mensaje completo aquí.
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