Saturday, April 22, 2017
Reflexión: Detrás de cada dolor hay una pérdida - El Sembrador
Fragmento tomado del CD El Sembrador, por Edgar Medina:
Saturday, December 14, 2013
Día 50 | Estableciendo metas | No sólo sueñes; haz proyectos
No sólo sueñes; haz proyectos
Imagina que en la junta de un gran corporativo el director terminara con una frase como: “Échenle ganas muchachos, trabajen duro… a ver qué sale”, no se requiere formar parte de un comité ejecutivo para saber que las grandes firmas toman de manera distinta sus decisiones. El avance del día de hoy está determinado por sus metas previamente establecidas. Una decisión de abrir tal número de sucursales dentro de los siguientes diez años, por ejemplo, determina cuántas han de aperturarse cada año, y qué avances debe de haber departamento por departamento cada mes, cada semana y cada día, hasta que la meta se consiga. Las acciones de hoy las establece el futuro que se ha planeado alcanzar.
Sin
embargo, algo que es necesario definir antes de establecer una o varias metas
es el saber quiénes somos, cuál es el propósito de nuestra vida y en qué parte
del camino estamos. De otra forma —como
suelo decir— nos tomará toda la vida subir la escalera del éxito para descubrir
que la hemos recargado en la pared equivocada.
Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la
prosperidad, pero los atajos tomados a la
carrera conducen a la pobreza. [Proverbios 21:5 NTV]
Imagina que en la junta de un gran corporativo el director terminara con una frase como: “Échenle ganas muchachos, trabajen duro… a ver qué sale”, no se requiere formar parte de un comité ejecutivo para saber que las grandes firmas toman de manera distinta sus decisiones. El avance del día de hoy está determinado por sus metas previamente establecidas. Una decisión de abrir tal número de sucursales dentro de los siguientes diez años, por ejemplo, determina cuántas han de aperturarse cada año, y qué avances debe de haber departamento por departamento cada mes, cada semana y cada día, hasta que la meta se consiga. Las acciones de hoy las establece el futuro que se ha planeado alcanzar.
Eso —que parece
normal para una empresa— lo es también para las personas más eficaces del
planeta. Del grueso de la población mundial se estima que alrededor de un 1%
establece metas por escrito y traza una estrategia para conseguirlas. No es de
extrañarse que sean también el porcentaje más exitoso del mundo.
La mayoría vive lo
que cada día le presenta, incluso es la filosofía de muchos; ‘Un día a la vez’,
suena bien, pero, la realidad es que el hoy es consecuencia del ayer y será la
consecuencia del mañana.
El proverbio del día dice: “Los planes bien
pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la
carrera conducen a la pobreza”, dedicar tiempo para planear debe de formar
parte de nuestro itinerario. Es cierto que no podemos predecir con exactitud lo
que el día de mañana nos traerá, pero hacer planes para un futuro mejor no
obedece a una falsa especulación, sino a una correcta actitud en el presente
para aprovechar las enseñanzas del pasado y avanzar con dirección hacia un
futuro digno de vivirse.
Las metas al largo plazo se consiguen con
el logro constante de metas de plazos más cortos. Establecer metas claras y
eficaces no se da en maceta —como decimos en México—, es algo que se
puede desarrollar con la práctica. Las metas más provechosas suelen guardar
ciertas características en común, como ser :
1. Medibles
2. Específicas
3. Temporalizables
4. Aplicables
5. Significativas
Sunday, October 20, 2013
Día 49 | Temas sociales | La sociedad y Dios
Por Edgar Medina D.
No te acorrales al hacer una promesa apresurada a Dios y
calcular el costo después. [Proverbios 20:25 NTV]
Tenemos millones de
diferencias, pero algo de lo que tenemos en común los seres humanos es el ‘temor’,
siempre hay algo a lo que le tememos.
El día que Moisés
recibió en el Monte Sinaí las tablas con los Diez Mandamientos, el pueblo de
Israel se enfrentó al más grande temor que puede sentir el ser humano; el de enfrentarse
al Creador. Ese día —nos narra el libro bíblico de Deuteronomio—, el pueblo
escuchó la voz de Dios como si fuesen grandes truenos y… ¡se han dado una
espantada terrible! Al grado que poco más tarde le pidieron a Moisés, su líder,
que si se trataba de escuchar la voz de Dios era mejor que él lo hiciera y que
después él mismo les diera el mensaje; ¿para qué correr el riesgo de morir? —le
dijeron [ver
Deuteronomio 5].
Los hombres y las
mujeres del día de hoy no somos tan diferentes, a veces pienso que la religión
es el esfuerzo del hombre por mantener a Dios ‘atrapado’. San Pablo, uno de los
más grandes teólogos de la historia, lo expresó así: «No hay nadie realmente
bueno, no hay quien busque a Dios» [ver Romanos 3].
Hoy día, algunos de
los movimientos religiosos más crecientes, hacen ver a Dios como una especie de
‘Genio de la
Lámpara Maravillosa ’, avocado a complacer los deseos más
insólitos del alma, e incluso de la avaricia humana. Se reúnen multitudes en
busca de su propio beneficio.
El verdadero
problema de nuestro mundo está mucho más en el fondo de lo que los graves
problemas sociales y económicos dejan ver; el ser humano rechaza a Dios. Se
escucha con frecuencia que el cristianismo no es una religión, y es la más
sincera verdad. Pues, el cristianismo no son el conjunto de enseñanzas que
Jesús vivió y predicó, eso lo haría una filosofía o una opción religiosa más;
el cristianismo es una relación real y personal con Dios a través de
Jesucristo.
Si la religión es
un esfuerzo humano, el cristianismo es el de Dios por alcanzarnos, por tender
un puente que trae lo celestial a nuestra tierra.
El proverbio del
día dice: «No
te acorrales al hacer una promesa apresurada a Dios y calcular el costo después»,
nos enseña la tragedia que representa el actuar movidos por razones incorrectas
—aun con Dios— y el costo de las consecuencias por fallar a la responsabilidad
adquirida.
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