Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. [Proverbios 4:23 NVI]
Más de una vez he guardado
‘tan bien’ algo que después… ¡ni yo mismo lo encuentro! La verdad es que eso me
ha sucedido con cosas que estimé de poco valor. En cambio, cuando he guardado
algo que aprecio, que deseo proteger y conservar normalmente logro bien mi
cometido. Guardo muchas cosas, pero puedo contar con los dedos de una mano
aquellas que atesoro.
Por mucho tiempo una de
las cosas que no atesoré fue mi propio corazón, ahí donde los pensamientos, las
emociones y la voluntad se anidan; quedó vulnerable y pagué a un precio muy
alto las consecuencias.
El proverbio nos advierte:
«…sobre cualquier cosa guardada guarda tu corazón», y cuánta razón hay en ello,
pues de qué nos vale guardar cuanto pueda ser guardado, si nuestro corazón
perece en el intento.
Una victoria puede ser
resultado de la casualidad, pero el éxito en la vida es la cosecha de miles de
pensamientos correctos, millones de emociones sabiamente encausadas y un
carácter forjado por el amor de Dios.
‘Guardar nuestro corazón’
y el de aquellos que dependen de nosotros es una tarea que nadie hará por
nosotros. Tenemos que aprender a exigirnos lo mejor todo el tiempo, cada
decisión, cada deseo, cada respiro… en fin, atesorarnos. Conformarse con tomar
buenas decisiones ocasionalmente resultará en una vida mediocre, por decir lo
menos.
La vida presenta desafíos
enormes, no fue diseñada para ser sencilla; sino trascendente… y tú estás aquí,
lo que indica que eres capaz de sobrevivir, no te conformes con eso. Haz que tu
vida valga. La determinación y el esfuerzo para que eso suceda a ti te corresponden,
la manera no. Y esa es, para que tu vida y tu corazón sean atesorados y
trasciendan tienes que guardar —de manera exclusiva— cosas que en verdad tengan
valor, que no las puedas perder ni con el paso del tiempo, ni con la situación
de la economía o algo parecido; que sean eternas. Esas, sólo pueden venir de la
mano del Creador.
» Sólo Dios tiene lo mejor
para ti… no te conformes con menos.
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