Comprométete«…¿cuánto más seguirás durmiendo?
¿Cuándo vas a despertar de tu sueño?»
[Proverbios
6:9 RVC]
Una madrugada estaba moviendo un aparador comercial cuando un vidrio
de mediano tamaño se desplomó. La noche suele ser el tiempo en el que estoy más
lúcido, soy por naturaleza noctámbulo;
sin embargo, el estruendoso ruido del vidrio golpeándose contra el suelo hasta
desquebrajarse en miles de pedazos agudizó mis sentidos al grado que dije:
«Creía estar despierto… hasta que desperté.» Algo parecido ocurrió en mi vida
personal, caminé mucho tiempo creyendo estar despierto hasta que una falla
inesperada irrumpió en el ambiente dejándome ver las muchas áreas de mi vida en
las que necesitaba despertar.
El proverbio expresa «…¿cuánto más seguirás durmiendo? ¿Cuándo vas a despertar de tu sueño?» Hoy me pregunto: ¿era necesario esperar que ‘algo se rompiera en mil pedazos’ para que despertara? La respuesta más honesta que debo dar es ¡no!
Debo de reconocer que me faltó hacer un compromiso personal para crecer en carácter. Toda nuestra cultura está corriendo como un río evadiendo las responsabilidades, buscando el mero provecho propio, los atajos, la comodidad y el placer. Crecer en carácter y mantenerse firme para hacer lo correcto es nadar contra corriente y requiere de un esfuerzo que sinceramente quise evitarme.
Me faltó también comprometerme en reconocer mis fortalezas al igual
que mis debilidades. La vida es una expedición sin igual que exige lo mejor de
nosotros, no podemos darnos el lujo de llevar la pesada carga de las cosas
inútiles en la maleta.
Finalmente me faltó un compromiso personal por convertir mis debilidades en oportunidades, mis fortalezas en bendiciones para otros, mis sueños en proyectos y mi vida útil en las manos del Creador.
» El río de la vida fluye apresurado cuesta abajo, el ancla del compromiso nos libra de ser vencido por la corriente.
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