Saturday, March 02, 2013

Día 20 | Creciendo en disciplina | ¿Dónde se incuba del carácter?

¿Dónde se incuba del carácter?

Una herencia que se obtiene demasiado temprano en la vida al final no es de bendición. [Proverbios 20:21 NTV]

El tiempo que vivimos es veloz, durante siglos las noticias viajaron a la misma velocidad… la de los caballos. Hasta antes de la llegada del ferrocarril el medio de comunicación en apogeo fueron las diligencias o carruajes jalados por caballos, que ofrecían la insólita velocidad promedio de 16 km/h en viajes largos a mediados del siglo XIX. Eso cambió para siempre desde el siglo pasado. Tú puedes estar leyendo esto tan solo unos segundos después de que lo escribí, lo cual es lamentable si tomamos en cuenta que lo publico ¡antes de revisarlo!

Los mensajes y los servicios hoy los recibimos más pronto que nunca antes en la historia y, la verdad sea dicha… eso nos gusta. Recuerdo ese niño que le decía a su papá, mientras veían la televisión en la comodidad de su casa:

—Papá.
—Dime hijo.
—Cuéntame, otra vez, de cuando tenías que cruzar todo el cuarto ¡para cambiarle de canal a la tele!

Muchas de las incomodidades del pasado son historia, pero, hay muchas cosas que ningún aparato tecnológico será capaz de hacer por nosotros sin importar cuán avanzado sea. Tu teléfono inteligente de última generación no llamará por ti a tu amigo el día en que más lo necesite. Tu iPad no te dará el valor que se requiere para resolver un asunto pendiente. Tu GPS no te va a tele transportar a la fiesta que prometiste no faltar de tu hijo. La vida, sigue siendo la vida y tiene una factura por cobrar que no va a pagar por ti nada que se pueda obtener con dinero. Todo lo que verdaderamente vale debajo del sol requiere de nuestra inversión de tiempo y esfuerzo.

El proverbio del día expresa: «Una herencia que se obtiene demasiado temprano en la vida al final no es de bendición.» Sin desarrollar una vida disciplinada y dispuesta a pagar el precio terminaremos engañándonos, asumiendo que tenemos la ‘diversión’ sólo porque conseguimos los ‘juguetes’. La vida se trata de relaciones personales, esas requieren de nosotros mismos, no sólo de lo que hacemos o tenemos. Esas relaciones se construyen como los grandes palacios; un ladrillo a la vez. La gran virtud de la vida disciplinada está en los pequeños y cotidianos detalles que muestran amor, paciencia, tolerancia, empatía y atención en otros y en las cosas que pueden hacer mejores sus vidas.

¿Quieres lo mejor de la vida? Yo sí, pero no me había dado cuenta de que lo mejor de la vida para mí me rodeaba desde hacía mucho tiempo. Mi falta de amor me hizo no apreciarlo, mi falta de paciencia me llevó a alejarme, mi falta de tolerancia me llevó a desbordar cosas indeseables que ni siquiera sabía que tenía en mi corazón, mi falta de empatía me hizo sentirme indiferente muchas veces, mi falta de atención me hizo descuidar lo más valioso del mundo para mí hoy por hoy. No estoy tan seguro de que la vida siempre te brinde una segunda oportunidad; yo la tuve y no hay día en que no me sienta agradecido por ello desde hace años.

» Lo más importante de la vida vale para nosotros lo que invertimos de tiempo y esfuerzo en ello.

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