A Dios lo
alabamos porque vive en el misterio; al rey lo respetamos porque trata de
entenderlo. [Proverbios 25:2 TLA]
En nuestros
días, muchos se rigen por la ley del menor esfuerzo. Tratan de obtener el
máximo provecho de las cosas y de las personas sin sacrificarse en nada. La
venta de productos maravilla da cuenta de ese rasgo de nuestra generación ¡tal
y como usted lo vio en TV! Sin embargo, la gente que hace que las cosas sucedan
tiene convicciones por encima del común denominador. Detrás de los grandes
avances hay determinación y no casualidad.
La
determinación no es la decisión de hacer lo que me parece, es la decisión de
hacer lo correcto, aunque no me parezca, hasta sus últimas consecuencias.
Supe la
historia de un hombre que trabajaba talando árboles en el norte de nuestro
continente. Una tarde pidió autorización para quedarse después de la hora de
salida para derribar un gran árbol que usaría para un trabajo que hacía en su
hogar. Para él, estar solo en el bosque no era ninguna novedad, pero esa tarde
ocurrió algo inesperado, el gran árbol que cortó se desplomó sobre él tan
rápidamente que no logró liberar su pierna, quedando prensado de la parte baja
de la rodilla hasta el pie por un enorme tronco de varias toneladas de peso. No
tenía ni radio ni teléfono a la mano para solicitar que le rescatan, tendría
que liberarse primero para hacerlo desde la radio de su camioneta.
El hombre
pensó todas las alternativas que tenía; supo que no eran muchas. Mover el
gigante árbol no era posible, y esperar toda la noche hasta que llegara el
siguiente turno era demasiado riesgo como para correrlo. Entonces, pensó en su
esposa y su hijo que le esperaban en casa, eso lo arrojó a tomar una
determinación: Se liberaría aunque le costara la pierna. Tomó su navaja y con
más gallardía de la que se puede expresar con palabras se amputó a la altura de
la rodilla.
Arrastrándose
mientras se desangraba logró llegar hasta su vehículo y se comunicó al servicio
médico más cercano indicándoles que le buscarán lo antes posible en un punto
intermedio entre el hospital y el lugar en que él se encontraba. Como pudo, con
una sola pierna y con un intenso dolor, condujo hasta encontrarse con la
ambulancia y horas después estaba recuperándose junto a su esposa e hijo.
Más tarde,
entrevistada por la televisión local, le preguntaban a su esposa acerca de tal
muestra de determinación.
—No me
sorprende, él siempre ha sido un hombre resuelto —ella respondió—, lo que me
impactó fue saber que lo hizo por que mi hijo y yo le esperábamos en casa.
La necedad
y la terquedad pueden parecer determinación, pero sus frutos son
incomparablemente distintos. La necedad es una actitud egoísta que nos lleva a
cumplir nuestros caprichos sin importar si pisoteamos los derechos de los
demás, en cambio la determinación es la cualidad de carácter que nos llevan a
dar cumplimiento a nuestros compromisos sin importar el costo. El precio que se
paga por ser determinado puede parecer alto si se dejan de ver el beneficio al
largo plazo.
El
proverbio del día dice: «A Dios lo alabamos porque vive en el misterio; al rey
lo respetamos
porque
trata de entenderlo», es un pasaje que tocó mi corazón hace varios años. Pasaba
por un momento difícil en el que estaba fallando en cumplir con algunas cosas
en las que yo mismo me había comprometido. Entonces comprendí que detrás de
muchas de las cosas que no podía comprender, que me parecían sin sentido, unas
irrelevantes, otras indeseables, Dios había escondido grandes enseñanzas que no
llegaría a conocer si renunciaba a seguir en el camino, si fallaba en continuar
con determinación. El rey —dice el proverbio— es respetado porque trata de
entenderlo. Dos versos más adelante exclama Salomón: «Limpia la plata de la
escoria, y el fundidor sacará de ella una alhaja» [Proverbios 25:4 RVC], es
decir, cuando las cosas parecen una verdadera lástima, una basura, debe surgir
la convicción de no desecharlas a la primera y desarrollar al arte de elegir lo
correcto y separarlo de lo que no lo es. Es el tiempo de apartar el desperdicio
y desechar sólo lo que verdaderamente no sirva, lo que no nos deje avanzar, aun
y cuando fuera la pierna con la que caminamos felizmente durante toda la vida,
y entonces lo que quede será vida, valioso como una joya de incomparable
precio.
» Detrás de
los grandes males hay preciosos tesoros que sólo se descubren si buscamos con
el mapa de la determinación.
No comments:
Post a Comment