Alcanzando la Gloria de Dios
Edgar Medina D.
Edgar Medina D.
El Domingo de Ramos es una de las fechas más representativas de la vida de
Jesús. Es justo el inicio de semana en que regresó a Jerusalén, fue aprendido,
crucificado y volvió a la vida por la gracia y el poder de Dios, su padre.
Lucas 9:51
declara: «Cuando cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba,
afirmó su rostro para ir a Jerusalén» [RVR]. La versión Reina Valera
Contemporánea lo expresa así: «…así que
resolvió con firmeza dirigirse a Jerusalén» [RVC].
Quienes
quieren vivir para aquello por lo que nacieron tienen que alcanzar, sin
titubear, la gloria de Dios en su vida. ¿Cómo hacerlo?
1. No te limites a los aplausos de algunos
«Cuando llegaron cerca del Monte de los Olivos
y empezaron a bajar a Jerusalén, todos los seguidores de Jesús se alegraron
mucho. Todos gritaban y alababan a Dios por los milagros que Jesús había hecho,
y que ellos habían visto.» [Lucas 19:30 NTV]
Jesús se
pudo haber visto tentado a no continuar el viaje a la cruz, pero no se conformó
con los aplausos; perseveró para alcanzar la gloria de Dios.
2. No te atores con la crítica
«Entonces algunos fariseos dentro de la
multitud le dijeron:
Maestro, reprende a tus discípulos.» [Lucas 19:39 RVR]
+ Los
fariseos eran la crítica especializada… cuidado con los manipuladores.
Actitudes de
un manipulador
1- Culpa a los demás en nombre del vínculo familiar, de la amistad, del amor, de la conciencia profesional, etc...
1- Culpa a los demás en nombre del vínculo familiar, de la amistad, del amor, de la conciencia profesional, etc...
2- Traslada
su responsabilidad a los demás o se desentiende de sus propias
responsabilidades.
3- No
comunica claramente sus demandas, necesidades, sentimientos y opiniones.
4- Responde
muy a menudo de forma confusa.
5- Cambia
de opinión, de comportamiento y de sentimientos según las personas o las
situaciones.
6- Invoca
razones lógicas para enmascarar sus demandas.
7- Hace
creer a los demás que tienen que ser perfectos, que no deben cambiar nunca de
opinión, que deben saberlo todo y responder inmediatamente a las demandas y
preguntas.
8- Pone en
duda las cualidades, la competencia y la personalidad de los demás; critica sin
parecer que lo hace, desvaloriza y juzga.
9- Hace
transmitir sus mensajes a otros o los comunica de forma indirecta (por teléfono
en lugar de cara a cara, dejando notas escritas).
10- Siembra
cizaña y suscita sospechas, divide para reinar mejor y puede provocar la
ruptura de una pareja.
11- Sabe hacerse
la víctima para que se le compadezca (enfermedad exagerada, entorno «difícil», sobrecarga de trabajo,
entre otros).
12- Hace
caso omiso de las demandas (aún cuando dice ocuparse de ellas)
13- Utiliza
los principios morales de los demás para satisfacer sus necesidades (nociones
de humanidad, caridad, racismo, «buena» o «mala» madre, entre otros)
14- Amenaza
de forma encubierta o hace un chantaje abierto.
15- Cambia
radicalmente de tema en el transcurso de una conversación.
16- Elude o
rehuye las entrevistas y las reuniones.
17- Cuenta
con la ignorancia de los demás y hace creer en su superioridad.
18- Miente.
19- Falsea
los hechos para averiguar la verdad, deforma e interpreta.
20- Es
egocéntrico.
21- Puede
ser celoso aunque se trate de un pariente o un cónyuge.
22- No
soporta la crítica y niega la evidencia.
23- No
tiene en cuenta los derechos, las necesidades y los deseos de los demás.
24- Espera
frecuentemente hasta el último momento para pedir, ordenar o hacer actuar a los
demás.
25- Su
discurso parece lógico o coherente, cuando sus actitudes, sus actos o su forma
de vivir responden al esquema opuesto.
26- Utiliza
halagos para gustarnos, nos hace regalos o tiene muchas atenciones con
nosotros.
27- Produce
un estado de malestar o una sensación de falta de libertad (trampa).
28- Es
absolutamente eficaz para lograr sus propios fines, pero a costa de los demás.
29- Nos
induce a hacer cosas que probablemente no haríamos por voluntad propia.
30- Es
constantemente objeto de conversación entre personas que lo conocen, aunque no
se encuentre presente.
+ Los fariseos estaban dentro de la multitud, muchas veces la crítica más artera vendrá de gente cercana.
Jesús no
quedó atrapado por la crítica que recibió en su entrada triunfal a Jerusalén ni
en ningún otro momento de su vida, él sabía quién era y cuál era su propósito: entonces
declaró «…Os digo que si estos callasen las piedras clamarían». La crítica no
logro detener su camino rumbo a la gloria de Dios.
3. No te conformes con las circunstancias
«Al acercarse a Jerusalén, Jesús vio la ciudad
delante de él y comenzó a llorar…» [Lucas 19:41 NTV]
Jesús entendía:
+ Los que hoy lo aclamaban, en unos días pedirían su muerte. «…si conocieses lo que es para tu paz…»
+ Su 'alabanza' era mera superficialidad y ceguera. «…está encubierto de tus ojos…»
+ Que pronto [el 9 de abril del año 70], la ciudad sería sitiada por el ejército del emperador Flavio Tito. «…tus enemigos te rodearán…»
+ Que 5 meses más tarde la ciudad sería devastada, incluido el templo. «…no dejarán en ti piedra sobre piedra…»
+ ¿Y todo por qué? «…por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.»
¿En dónde
Jesús te está visitando, en dónde te está desafiando a que no te conformes?
• No te
conformes con venir sólo los domingos
…búscalo cada día.
…búscalo cada día.
• No te conformes con el alcance de tus oraciones
…has que el cielo invada la tierra.
• No te conformes con tu visión de las cosas
…sus pensamientos son más altos que tus pensamientos.
• No te conformes con tus ofrendas
…Dios puede usarte mucho más. Ej. Sr. Shindler
• No te conformes con tus diezmos… “traed todos los diezmos…”
…trae tu diezmo y entusiasma a otros a darlos y Dios hará que sobreabunde.
• No te conformes con el impacto en tu familia, comunidad, escuela, empleo
…Dios aún quiere transformar el mundo.
Si Jesús se
hubiera limitado al favor de los aplausos o se hubiera atorado
con la crítica o se hubiera conformado con las circunstancias
nunca hubiera habido un viernes de crucifixión, pero tampoco un domingo de
resurrección. Nunca hubiera alcanzado la gloria de Dios, pues para eso había
nacido.
Jesús estuvo
dispuesto a pagar el alto precio de la muerte y del dolor, pero dice la
escritura: «Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho» [Isaías 53:11 RVR]
Jesús
declaró: «Porque yo vivo vosotros también viviréis», preguntemos: Porque yo vivo ¿qué?
No comments:
Post a Comment